La mujer que escribi� este libro es una pescadora contumaz que echa la red al mar embravecido, y rara vez no saca poes�a de las peque�as cosas -si alguien se equivoca y pronuncia pecadora por pescadora , no hay molestias ante tan magn�fico piropo-. Justamente, cuando ella cre�a que empezaba a olvidarlas, es que se aferra al papel y el l�piz y deja brotar estas peque�as, sencillas y tiernas palabras de amor, demuestra que es absolutamente incapaz de olvidar los detalles peque�os que son los que llenan su ...
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La mujer que escribi� este libro es una pescadora contumaz que echa la red al mar embravecido, y rara vez no saca poes�a de las peque�as cosas -si alguien se equivoca y pronuncia pecadora por pescadora , no hay molestias ante tan magn�fico piropo-. Justamente, cuando ella cre�a que empezaba a olvidarlas, es que se aferra al papel y el l�piz y deja brotar estas peque�as, sencillas y tiernas palabras de amor, demuestra que es absolutamente incapaz de olvidar los detalles peque�os que son los que llenan su existencia, y consciente de que es d�bil, sabe que Dios deber� estar perfeccionando su poder en cada una de sus debilidades, ll�mense faltas o transgresiones.
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