─�Ad�nde me llevan? ─contin�o, en la red delirante de planteos que se me di� por hacer (y por hacerme) en los �ltimos cinco minutos.Forcejeo un poco. Nunca antes entend� lo subliminal de que te aten las manos cuando necesit�s que alguien te recuerde que tu realidad acaba de quebrarse en un mill�n y medio de pedacitos sin forma. No me responden nada. La mayor de las torturas. La espera silenciosa.Cuando, por fin, el auto se detiene y me hacen bajar, la escena me golpea, record�ndome lo que acaba ...
Read More
─�Ad�nde me llevan? ─contin�o, en la red delirante de planteos que se me di� por hacer (y por hacerme) en los �ltimos cinco minutos.Forcejeo un poco. Nunca antes entend� lo subliminal de que te aten las manos cuando necesit�s que alguien te recuerde que tu realidad acaba de quebrarse en un mill�n y medio de pedacitos sin forma. No me responden nada. La mayor de las torturas. La espera silenciosa.Cuando, por fin, el auto se detiene y me hacen bajar, la escena me golpea, record�ndome lo que acaba de pasar hace unos minutos. Hay un sujeto desconocido que se hace pasar por m� y que ocupa mi espacio, mi tiempo, mi nombre y, por ende, mi casa y mi vida.
Read Less