El poeta, sin ser autobiogr�fico, refleja (como casi todos, si no como todos) su vida. Refleja decepciones; refleja dolor por cosas y personas perdidas; refleja tristeza, no solo del exilio; refleja el amor y, entre otras cosas, refleja su peculiar curiosidad, que no es miedo, ante la oscuridad que proyecta (desde el cero de su naturaleza) la muerte: Para el poeta, esa "pausa". Pero en medio de ese contraste rembrandtiano, Andr�s E. D�az Castro se define. Y nos define. Sus �ltimos versos son �stos: "Mejor volar/ ...
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El poeta, sin ser autobiogr�fico, refleja (como casi todos, si no como todos) su vida. Refleja decepciones; refleja dolor por cosas y personas perdidas; refleja tristeza, no solo del exilio; refleja el amor y, entre otras cosas, refleja su peculiar curiosidad, que no es miedo, ante la oscuridad que proyecta (desde el cero de su naturaleza) la muerte: Para el poeta, esa "pausa". Pero en medio de ese contraste rembrandtiano, Andr�s E. D�az Castro se define. Y nos define. Sus �ltimos versos son �stos: "Mejor volar/ aunque el precio sea/ creer en los �ngeles". �stas (estos poemas) son las alas.ABEL GERM�N.
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