EL poeta no puede desentenderse -ni quiere- de su entorno afectivo, de su mundo verdadero en la vida diaria o en los recuerdos. Le sirve su capacidad de apegarse entra�ablemente a lo que ama, esa consciencia de humanidad y la emoci�n delicada que acepta con plena conciencia el milagro de la existencia. Carlos Alberto no encuentra nada mejor que participar de la pureza del paisaje y de esa otra pureza mayor que es la poes�a, donde puede encontrarse, desde donde resiste. Por lo pronto sigo aqu�, /cobij�ndome con ...
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EL poeta no puede desentenderse -ni quiere- de su entorno afectivo, de su mundo verdadero en la vida diaria o en los recuerdos. Le sirve su capacidad de apegarse entra�ablemente a lo que ama, esa consciencia de humanidad y la emoci�n delicada que acepta con plena conciencia el milagro de la existencia. Carlos Alberto no encuentra nada mejor que participar de la pureza del paisaje y de esa otra pureza mayor que es la poes�a, donde puede encontrarse, desde donde resiste. Por lo pronto sigo aqu�, /cobij�ndome con esta terrible complicidad, de fr�o, insomnio y poes�a. Si como dijera Margaret Atwood: "Escribir es un acto de esperanza" para �l, la poes�a es un estado de gracia redentor, un pa�s sin fronteras que abraza lo imposible. Y no encuentro nada mejor para definirla que sus propias palabras: poes�a flor del para�so que desata el deseo de poseerla... esa puntual arritmia, el grito centinela... la fruta amarga que remedia el hambre de los vac�os... la alquimia que se ba�a de sombra y luz...la oraci�n que se escapa a la misma hora de siempre. Odalys Interi�n.
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