�No! �No es justo! �Pero sigue siendo cierto, no obstante! �Los miembros del Reino, la sal de la tierra, la luz del mundo, tendr�n persecuci�n! Quejarse y amargura hacia Dios no resuelve ning�n problema. El resentimiento, la ira y la furia hacia los dem�s, especialmente los miembros de la familia, es in�til. El cinismo y la amargura en tiempos de persecuci�n y sufrimiento solo agravan las dificultades de la vida.Jes�s cierra las Bienaventuranzas con una referencia al Reino de Dios / Cielo (Mateo 5: 3, ...
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�No! �No es justo! �Pero sigue siendo cierto, no obstante! �Los miembros del Reino, la sal de la tierra, la luz del mundo, tendr�n persecuci�n! Quejarse y amargura hacia Dios no resuelve ning�n problema. El resentimiento, la ira y la furia hacia los dem�s, especialmente los miembros de la familia, es in�til. El cinismo y la amargura en tiempos de persecuci�n y sufrimiento solo agravan las dificultades de la vida.Jes�s cierra las Bienaventuranzas con una referencia al Reino de Dios / Cielo (Mateo 5: 3, 10). �Qui�n podr�a negar que los miembros del Reino encuentren "justicia, paz y gozo en el Esp�ritu Santo" (Romanos 14:17)? �Qui�n negar�a que incluso los "pacificadores ... ser�n llamados hijos (teniendo la "naturaleza divina" ) de Dios? Las Bienaventuranzas simplemente dicen: "�Oh, qu� gozo genuino y felicidad duradera les llega a aquellos en el Reino porque personifican e incorporan la semejanza de Jes�s"!Pero lo que es profundamente injusto, injusto y, a veces, terriblemente complicado, �no son las pruebas de los miembros del Reino, sino la muerte horriblemente injusta del Rey! Cuando los seguidores de este Rey entienden el significado de este Rey sin pecado que sufre por el pecado, "el justo por los injustos, para que nos traiga a Dios" (1 Pedro 3:18), todos los sufrimientos son insignificantes (Romanos 8: 18f).La verdad es clara: Jes�s dice: Te he dicho estas cosas, que en m� puedes tener paz. En el mundo tendr�s tribulaci�n (pruebas, decadencia, enfermedad, persecuciones e incluso la muerte). Pero an�mate; Yo he vencido al mundo (Juan 16:33). Quejarse, amargura y una actitud agria hacia las pruebas de la vida no los har� irse o cambiar nada. La ca�da, la apostas�a (Mateo 13:21, 24:12), solo sirve para apartar a uno de toda esperanza en el sufrimiento, el amor eterno de Dios.�Qu� ingrediente ten�an los primeros cristianos que les dio una esperanza optimista y alegr�a en tiempos de persecuci�n y pruebas? �Qu� vitalidad ten�a su fe que falta en tantos hoy? La respuesta final a esto tiene que ser: Entonces abandonaron la presencia del concilio, regocij�ndose de que se los considerara dignos de sufrir deshonor por el nombre (Hechos 5:41). No se regocijaron en sus grandes edificios, presupuestos o programas, cosas que enfatizaron en la iglesia de hoy. Vieron la persecuci�n como "una clara se�al de su destrucci�n, pero de su salvaci�n, y la de Dios" (Filipenses 1:28). Las credenciales de la iglesia de Cristo no son la aprobaci�n del mundo, sino la participaci�n en el sufrimiento de Jes�s (Col. 1:24; II Corintios 6: 4f; 11: 23f; 12: 7f). El sufrimiento y las tribulaciones indicaron la purificaci�n en la membres�a del Reino (Hebreos 12: 1-29). Incluso con una profunda dificultad, podr�a ser bueno para los miembros del Reino anunciar claramente: �Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos!
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