Noveleta de humor negro y con una iron�a estremecedora, el sarcasmo y la doble intenci�n, el glamour y el morbo, est�n muy bien usados en ella para desarrollar una trama que ocurre en Sitio Grande, un pueblo gay, ubicado por lo de alcaldes y otras yerbas en la pseudorrep�blica, pero algunos signos me la sit�an m�s ac� del sudeste de nuestras narices hist�ricas, donde a las reses se le llaman unicornios -se me antoja la pincelada de una oda a la censura, animales que sirven desde entonces de d�a para ...
Read More
Noveleta de humor negro y con una iron�a estremecedora, el sarcasmo y la doble intenci�n, el glamour y el morbo, est�n muy bien usados en ella para desarrollar una trama que ocurre en Sitio Grande, un pueblo gay, ubicado por lo de alcaldes y otras yerbas en la pseudorrep�blica, pero algunos signos me la sit�an m�s ac� del sudeste de nuestras narices hist�ricas, donde a las reses se le llaman unicornios -se me antoja la pincelada de una oda a la censura, animales que sirven desde entonces de d�a para mirarlos y de noche para darles la pu�al� contra el hambre. En el libro hay pues un Garmend�a que ha decretado la amputaci�n de pensamientos. �Qu� gran hallazgo! La pel�cula garmendiana la vemos todos los d�as en estos lares. Y una Radio Girasol a la que el cl�rigo envi� una nota de protesta a la alcald�a, pues se hab�a instalado una bocina en un alero del cementerio para que los difuntos disfrutaran tambi�n de la inaudible programaci�n de Radio Girasol -surrealismo como el que hoy en mayo de 2020 hace que te pongan una multa por andar con tu mujer en tu moto, que el coronavirus requiere distanciamiento social, pero c�mo la ley no entiende que esa es mi mujer y yo me la (.....) todos los d�as y no hay un muro que nos separe en la cama aunque mi Radio Girasol de hoy le d� la raz�n al polic�a.Jos� Luis River�n Rodr�guez
Read Less