Mucho antes de la aparici�n del fuego, la cocci�n de los alimentos, fabricar nuestros propios refugios e instrumentos de trabajo para labrar y cultivar la tierra fue nuestra capacidad para observar la naturaleza y las peripecias de la vida cotidiana lo que, entre tantas cosas, contribuy� a humanizar a aquel ser primitivo que fuimos. Salto superior, sin dudas, lleg� con el momento en que comenzamos, con el arte, a reflejar nuestra apreciaci�n de todo lo observado a�adi�ndole en cada caso nuestras propias ...
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Mucho antes de la aparici�n del fuego, la cocci�n de los alimentos, fabricar nuestros propios refugios e instrumentos de trabajo para labrar y cultivar la tierra fue nuestra capacidad para observar la naturaleza y las peripecias de la vida cotidiana lo que, entre tantas cosas, contribuy� a humanizar a aquel ser primitivo que fuimos. Salto superior, sin dudas, lleg� con el momento en que comenzamos, con el arte, a reflejar nuestra apreciaci�n de todo lo observado a�adi�ndole en cada caso nuestras propias posibilidades est�ticas. Con el arte y la literatura llegamos hasta este justo momento en que, por la puerta ancha, la humanidad est� entrando al futuro que tanto so�amos. Con la invitaci�n para que nos acompa�es en el maravilloso camino de la vida buena, aqu� te entrego este cuento, un granito de oro en el extenso contexto de nuestro �mbito de la creaci�n art�stica y literaria. Fundaci�n Editorial Cacique Turquino
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