De lejos, ora se llegue de Cuernavaca por el camino quebrado de las Tetillas, que serpentea en medio de dos colinas rocallosas cuya forma les ha dado nombre, ora descienda de la fr???a y empinada sierra de Tepoztl???n, por el lado Norte, o que se descubra por el sendero llano que viene del valle de Amilpas por el Oriente, atravesando las ricas y hermosas haciendas de ca???a de Cocoyoc, Calder???n, Casasano y San Carlos, siempre se contempla a Yautepec como un inmenso bosque por el que sobresalen apenas las torrecillas de su ...
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De lejos, ora se llegue de Cuernavaca por el camino quebrado de las Tetillas, que serpentea en medio de dos colinas rocallosas cuya forma les ha dado nombre, ora descienda de la fr???a y empinada sierra de Tepoztl???n, por el lado Norte, o que se descubra por el sendero llano que viene del valle de Amilpas por el Oriente, atravesando las ricas y hermosas haciendas de ca???a de Cocoyoc, Calder???n, Casasano y San Carlos, siempre se contempla a Yautepec como un inmenso bosque por el que sobresalen apenas las torrecillas de su iglesia parroquial. De cerca, Yautepec presenta un aspecto original y pintoresco. Es un pueblo mitad oriental y mitad americano. Oriental, porque los ???rboles que forman ese bosque de que hemos hablado son naranjos y limoneros, grandes, frondosos, cargados siempre de frutos y de azahares que embalsaman la atm???sfera con sus aromas embriagadores. Naranjos y limoneros por donde quiera, con extraordinaria profusi???n. Dir???ase que all??? estos ???rboles son el producto espont???neo de la tierra; tal es la exuberancia con que se dan, agrup???ndose, estorb???ndose, formando ???speras y sombr???as b???vedas en las huertas grandes o peque???as que cultivan todos los vecinos, y rozando con sus ramajes de un verde brillante y oscuro y cargados de pomas de oro los aleros de teja o de b???lago de las casas. Mignon no extra???ar???a su patria, en Yautepec, donde los naranjos y limoneros florecen en todas las estaciones. Verdad es que este conjunto oriental se modifica en parte por la mezcla de otras plantas americanas, pues los bananos suelen mostrar all??? sus esbeltos troncos y sus anchas hojas, y los mameyes y otras zapot???ceas elevan sus enhiestas copas sobre los bosquecillos, pero los naranjos y limoneros dominan por su abundancia. En 1854, perteneciendo todav???a Yautepec al Estado de M???xico, se hizo un recuento de estos ???rboles en esta poblaci???n, y se encontr??? con que hab???a m???s de quinientos mil. Hoy, despu???s de veinte a???os, es natural que se hayan duplicado y triplicado. Los vecinos viven casi exclusivamente del producto de estos preciosos frutales, y antes de que existiera el ferrocarril de Veracruz, ellos surt???an ???nicamente de naranjas y limones a la ciudad de M???xico. Por
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