Vivimos cuatro decadas y estamos en medio de la quinta o ya la superamos. Algunas nos casamos, otras no. Algunas tuvimos hijos, otras no. Algunas nos separamos, otras seguimos unidas al mismo hombre, otras tenemos nueva pareja o ?to admitamos o no? seguimos buscando a alguien con quien compartir nuestra vida. Algunas ya tenemos nietos, o vemos crecer a los de nuestras amigas de la misma edad. Trabajamos. Acumulamos experiencias. Nuestro cuerpo cambio. Primero fueron apareciendo algunas arrugas. Despues las canas. Aumentamos ...
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Vivimos cuatro decadas y estamos en medio de la quinta o ya la superamos. Algunas nos casamos, otras no. Algunas tuvimos hijos, otras no. Algunas nos separamos, otras seguimos unidas al mismo hombre, otras tenemos nueva pareja o ?to admitamos o no? seguimos buscando a alguien con quien compartir nuestra vida. Algunas ya tenemos nietos, o vemos crecer a los de nuestras amigas de la misma edad. Trabajamos. Acumulamos experiencias. Nuestro cuerpo cambio. Primero fueron apareciendo algunas arrugas. Despues las canas. Aumentamos de peso, nuestra vista da senales de cansancio. Tenemos accesos de calor, nos sentimos irritables, la menstruacion no es tan puntual o ya es solo un recuerdo. Cambiamos, y el mundo tambien cambio. Muchas veces nos sentimos ansiosas. El presente y el futuro nos desconciertan. ?Quienes somos ahora? Como nos ve la sociedad? Como nos vera cuando sigan pasando los anos? Es apropiado que las abuelas se preocupen por su vida sexual? Debemos aceptar que el mercado laboral nos descarte? Hay que tratar de parecer jovenes a toda costa? En definitiva. que sera de nosotras de ahora en adelante? Silvia Plager aborda estos y muchos otros interrogantes con una actitud sincera y realista, pero tambienamistosa creativa Sus confesiones reflexiones a historias nos animan a seguir creciendo a adoptar una actitud positiva, incluso combativa cuando es preciso. Una obra fundamentalmente vital, que invita a abrir puertas, no a cerrarlas. Imprescindible para las "nuevas abuelas" de este milenio ?y las que no to son pero podrian serlo?, que no desean renunciar a sentirse mujeres.
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