La ciudad principal, (puesto que se contaban hasta tres) estaba en medio de la laguna de Payegu�, cerca de un estero llamado Llanquec�, muy correntoso y profundo. Tenia murallas con fosos, rebellines y una sola entrada, protegida por un puente levadizo y artiller�a. Sus edifi cios eran suntuosos, casi todos de piedra labrada, y bien techados al modo de Espa�a. Nada igualaba la magnifi cencia de sus templos, cubiertos de plata maciza; y de este mismo metal eran sus ollas, cuchillos, y hasta las rejas de arado. Para ...
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La ciudad principal, (puesto que se contaban hasta tres) estaba en medio de la laguna de Payegu�, cerca de un estero llamado Llanquec�, muy correntoso y profundo. Tenia murallas con fosos, rebellines y una sola entrada, protegida por un puente levadizo y artiller�a. Sus edifi cios eran suntuosos, casi todos de piedra labrada, y bien techados al modo de Espa�a. Nada igualaba la magnifi cencia de sus templos, cubiertos de plata maciza; y de este mismo metal eran sus ollas, cuchillos, y hasta las rejas de arado. Para formarse una idea de sus riquezas, baste saber que los habitantes se sentaban en sus casas en asientos de oro! Gastaban casaca de pa�o azul, chupa amarilla, calzones de "buch�", o bombachos, con zapatos grandes, y un sombrero chico de tres picos. Eran blancos y rubios, con ojos azules y barba cerrada. Hablaban, un idioma ininteligible a los espa�oles y a los indios; pero las marcas de que se serv�an para herrar su ganado eran como las de Espa�a... Dr. P�rez de Uriondo, Fiscal de Chile, 1782 El presente volumen incluye textos fechados a lo largo de todo el siglo XVIII referentes a la Ciudad Encantada o de los C�sares, poblaci�n misteriosa y riqu�sima sobre la cual circulaban noticias tan veros�miles que arrancaban el convencimiento de su existencia y estimulaban muchas y ruinosas empresas de exploraci�n. La imaginaci�n y la codicia de la �poca hab�a llevado a la creencia en la existencia de una poblaci�n opulenta, aislada y rodeada de naciones indias hostiles a cualquier incursi�n en su territorio. Se hab�a fundado, segun opinaban algunos, por los espa�oles que se salvaron de Osorno y de los dem�s pueblos que destruyeron los Araucanos en 1599; o segun otros, por los restos de las tripulaciones de los buques naufragados en el estrecho de Magallanes.
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