*incluye fotos *incluye las cuentas de las batallas Aqu� va una adivinanza. �Qu� parte de Estados Unidos ha estado bajo la soberan�a de seis pa�ses diferentes? La respuesta, por el t�tulo de este libro, es obvia. "Texas es un estado mental, pero creo que es mucho m�s que eso. Es una m�stica que se aproxima a una religi�n. A pesar de su enorme extensi�n, variedad de climas y diferencias en el paisaje, Texas tiene una cohesi�n interna quiz� m�s s�lida que cualquier otra parte de la Uni�n ...
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*incluye fotos *incluye las cuentas de las batallas Aqu� va una adivinanza. �Qu� parte de Estados Unidos ha estado bajo la soberan�a de seis pa�ses diferentes? La respuesta, por el t�tulo de este libro, es obvia. "Texas es un estado mental, pero creo que es mucho m�s que eso. Es una m�stica que se aproxima a una religi�n. A pesar de su enorme extensi�n, variedad de climas y diferencias en el paisaje, Texas tiene una cohesi�n interna quiz� m�s s�lida que cualquier otra parte de la Uni�n Americana", escribi� John Steinbeck en Travels with Charley: In Search of America. No es raro que el texano promedio sienta un gran orgullo por el simple hecho de serlo, e incluso juegue con la noci�n de que su estado podr�a, y quiz� deber�a ser una gran naci�n alg�n d�a. Terminada la colonizaci�n europea en el continente, Texas dej� de pertenecer a Espa�a y Francia para formar parte del Imperio Mexicano; despu�s fue un pa�s independiente y actualmente es uno de los 50 estados de la Uni�n Americana, aunque durante un breve periodo la rebelde Texas volvi� a separarse para formar, junto con otros aliados, los Estados Confederados de Am�rica. Decir que algo es "del tama�o de Texas" expresa grandiosidad y abundancia, y sus habitantes ciertamente han mostrado la laboriosidad para hacer de esta parte de Norteam�rica uno de los estados que mayormente contribuye al producto interno bruto de su pa�s. Las historias sobre la revoluci�n que en el siglo XIX la libr� de la intolerancia, opresi�n y crueldad mexicanas se cuenta lo mismo en las escuelas que en la astuta museograf�a de las principales centros culturales del "Estado de la Estrella Solitaria". En particular la batalla del �lamo, rodeada de leyendas y testimonios de hero�smo, es un ejemplo de libro de texto de c�mo se ve ah� la conquista de la libertad, comparable a la batalla de Masada para los jud�os. Las palabras "m�rtires", por un lado, y "tiran�a mexicana" por el otro, casi siempre est�n presentes en los recuentos. Remember the Alamo! es a la vez un slogan de auto-glorificaci�n como de martirio. Pero �sta es, desafortunadamente, una visi�n pintada de rosa. Como en cada historia, todo depende del lado en que nos coloquemos y las historias de qui�n estemos leyendo. La guerra de Texas ciertamente buscaba la libertad, pero no el ideal abstracto of "las masas cansadas, despojadas que anhelan respirar libres; los rechazados expulsados de lejanas costas". Era m�s bien la libertad para ir comi�ndose las tierras de un pa�s d�bil y mantener la esclavitud en sus campos de algod�n, as� como la ambici�n de tierras baratas e inagotables recursos naturales. Texas no viv�a bajo una tiran�a, los colonos no hab�an sido esclavizados por nadie -por el contrario, se les hab�an regalado tierras y permitido todas las facilidades para prosperar-, ni el ej�rcito mexicano era las fuerzas del mal cuyo �nico objetivo era, en palabras de la �poca, imponer "la barbarie y el despotismo (...) de la raza h�brida hispanoamericana y la raza negra contra la civilizaci�n" (Pacheco, 1997). Los colonos texanos, en su mayor parte familias pac�ficas y trabajadoras, hicieron por a�os lo que har�a cualquier grupo humano en busca de mejores oportunidades teniendo ante s� territorios deshabitados y no vigilados: entrar, asentarse en ellos, trabajarlos y defender lo logrado. Por su parte, M�xico reaccion� como lo hubiera hecho cualquier pa�s que viera visto invadido su territorio por rebeldes extranjeros armados: expulsarlos o apaciguarlos. Sin embargo, durante la guerra de Texas y hasta la fecha, tiende a verse con actitud rom�ntica el recuerdo de aquella rebeli�n. La gu
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