En el cristal de sus r�os y en la linfa de arroyuelos murmurantes, juguetones, de agua fresca y limpio seno, el amarillento trigo y la vid buscan espejo; la amapola en �l se mira, y le prestan sus reflejos las m�s olorosas flores con sus matices del cielo. Tiene prados cuyo c�sped ofrece mullido asiento; arboledas tan frondosas que morada son del c�firo, do lanzan eternamente los p�jaros sus gorjeos, ocultos entre las hojas do sus nidos tienen puestos. �Vallecito, vallecito de mis infantiles juegos, que mis ...
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En el cristal de sus r�os y en la linfa de arroyuelos murmurantes, juguetones, de agua fresca y limpio seno, el amarillento trigo y la vid buscan espejo; la amapola en �l se mira, y le prestan sus reflejos las m�s olorosas flores con sus matices del cielo. Tiene prados cuyo c�sped ofrece mullido asiento; arboledas tan frondosas que morada son del c�firo, do lanzan eternamente los p�jaros sus gorjeos, ocultos entre las hojas do sus nidos tienen puestos. �Vallecito, vallecito de mis infantiles juegos, que mis ilusiones guardas y mis mejores recuerdos, valle do dej� la esencia de mi ser, de mis ensue�os! yo te veo noche y d�a, yo noche y d�a te veo tan hermoso, tan hermoso cual en mis d�as primeros, en que el ambiente, las nubes, la morera, el alto fresno, el susurro
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