Nada m�s beneficioso para la salvaci�n del alma que meditar en la Pasi�n de Nuestro Se�or Jesucristo. As� lo afirma San Agust�n cuando escribe... "no hay ejercicio tan fructuoso y �til para la salvaci�n del alma como el pensar con frecuencia en los sufrimientos del Se�or". El meditar en la Sagrada Pasi�n es de gran fruto para todos, para los santos, como para los pecadores; para los ricos como para los pobres; para los que viven en el mundo, como para los solitarios; para los pastores, como para los que ...
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Nada m�s beneficioso para la salvaci�n del alma que meditar en la Pasi�n de Nuestro Se�or Jesucristo. As� lo afirma San Agust�n cuando escribe... "no hay ejercicio tan fructuoso y �til para la salvaci�n del alma como el pensar con frecuencia en los sufrimientos del Se�or". El meditar en la Sagrada Pasi�n es de gran fruto para todos, para los santos, como para los pecadores; para los ricos como para los pobres; para los que viven en el mundo, como para los solitarios; para los pastores, como para los que son pastoreados; es de gran fruto para todos. La raz�n es porque en su pasi�n Cristo sufri� por todos y por cada uno de nosotros.B�stenos decir con San Juan de �vila, como lo hace al hablar de los Frutos de la meditaci�n de la Pasi�n, "...ning�n libro hay tan eficaz para ense�ar al hombre todo g�nero de virtud, y cu�nto debe ser el pecado huido y la virtud amada, como la pasi�n del Hijo de Dios; y tambi�n porque es extremo desagradecimiento poner en olvido un tan inmenso beneficio de amor como fue padecer Cristo por nosotros".Al lector: Este libro de meditaciones es casi en su totalidad el libro de Las Horas de la Pasi�n, publicado por el Reverendo Padre An�bal en el a�o 1915, los escritos son de la Sierva de Dios Luissa Piccarreta. Se mantiene casi integro debido a la sublime doctrina que en el contiene. Tan solo ha sido editado y adaptado para una mejor lectura. Dicho esto solo queda decir que tienes sobre tus manos un verdadero tesoro espiritual, no lo desperdicies. �Inflama tu alma con el fuego del Amor Divino!
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