Han pasado ya setenta a�os desde su asesinato en V�znar, en el mundo han sucedido todas las atrocidades imaginables y, sin embargo, la difusi�n de la obra de Federico Garc�a Lorca (1898-1936) dista de haberse detenido. No hay lengua culta a la que no est� traducido; su teatro se ha representado y se representa en todas partes como un cl�sico; las ediciones se multiplican; su vida se lleva al cine e inspira textos dram�ticos; los estudios, libros y art�culos sobre su vida y su obra componen la bibliograf�a ...
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Han pasado ya setenta a�os desde su asesinato en V�znar, en el mundo han sucedido todas las atrocidades imaginables y, sin embargo, la difusi�n de la obra de Federico Garc�a Lorca (1898-1936) dista de haberse detenido. No hay lengua culta a la que no est� traducido; su teatro se ha representado y se representa en todas partes como un cl�sico; las ediciones se multiplican; su vida se lleva al cine e inspira textos dram�ticos; los estudios, libros y art�culos sobre su vida y su obra componen la bibliograf�a m�s vasta alcanzada por un escritor de lengua espa�ola, a excepci�n de Cervantes.
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