Cabe reconocer la esperanza que anima estas reflexiones. La angustia existencial nos rodea, y cada vez m�s cierra el cerco. Frente a esa ofensiva multitudinaria la amargura del camarero frente al comensal, el suicidio del poeta frustrado, la impotencia del marido que le pega a la mujer... nada m�s efectivo que el despertar de la conciencia l�dica, agazapada en nosotros como un renacimiento... o una resurrecci�n.
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Cabe reconocer la esperanza que anima estas reflexiones. La angustia existencial nos rodea, y cada vez m�s cierra el cerco. Frente a esa ofensiva multitudinaria la amargura del camarero frente al comensal, el suicidio del poeta frustrado, la impotencia del marido que le pega a la mujer... nada m�s efectivo que el despertar de la conciencia l�dica, agazapada en nosotros como un renacimiento... o una resurrecci�n.
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