La vida de San Vicente de Pa�l es fascinante. Naci� de padres campesinos, que se sacrificaron para que pudiera ser sacerdote. Despu�s de su ordenaci�n, cay� en manos de los piratas berberiscos y vivi� como esclavo en T�nez. Al recobrar la libertad, se convirti� en preceptor de una de las m�s nobles familias de Francia y fue consejero real, contrarrestando las intrigas palaciegas con una gran sencillez evang�lica. A la vez, cuidaba de los condenados a galeras, mendigos y hu�rfanos. Fund� la Congregaci ...
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La vida de San Vicente de Pa�l es fascinante. Naci� de padres campesinos, que se sacrificaron para que pudiera ser sacerdote. Despu�s de su ordenaci�n, cay� en manos de los piratas berberiscos y vivi� como esclavo en T�nez. Al recobrar la libertad, se convirti� en preceptor de una de las m�s nobles familias de Francia y fue consejero real, contrarrestando las intrigas palaciegas con una gran sencillez evang�lica. A la vez, cuidaba de los condenados a galeras, mendigos y hu�rfanos. Fund� la Congregaci�n de la Misi�n, dedicada a la predicaci�n, y las Hijas de la Caridad, al servicio de los pobres y los enfermos. Vivi� en una �poca complicada, de guerras y revoluciones que devastaron Francia. En el interior de la Iglesia tambi�n abundaban los problemas, con la herej�a jansenista y la corrupci�n en el nombramiento de obispos, dos plagas que San Vicente combati� con todas sus fuerzas. En todas sus actividades, brillaban siempre la caridad y la humildad de los disc�pulos de Cristo.
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