A manera de prefacio. Jos??? Antonio Mart???nez Coronel es un fiel devoto de la d???cima y de Dios, que al final viene siendo lo mismo en su mundo interior, como ese cirio que en medio de la floresta, aguarda en reposo: Apenas destila lumbre/ la esperanza, / fiel sollozo / al ver c???mo en un destrozo / la ignorancia est??? de fiesta. / En medio de la floresta, / un cirio aguarda en reposo. La luz de ese cirio brilla y juega con los mediod???as de sus or???genes, resplandece en la rondas de pura filosof???a, hace camino ...
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A manera de prefacio. Jos??? Antonio Mart???nez Coronel es un fiel devoto de la d???cima y de Dios, que al final viene siendo lo mismo en su mundo interior, como ese cirio que en medio de la floresta, aguarda en reposo: Apenas destila lumbre/ la esperanza, / fiel sollozo / al ver c???mo en un destrozo / la ignorancia est??? de fiesta. / En medio de la floresta, / un cirio aguarda en reposo. La luz de ese cirio brilla y juega con los mediod???as de sus or???genes, resplandece en la rondas de pura filosof???a, hace camino hacia el espejo con alas donde se guarda la historia de una raza. Es una luz bermeja, alucinada, a veces tamizada, nunca grotesca, como el de una luci???rnaga que flota sobre un arbusto y lo convierte por magia, en un bosque sin l???mites ni desiertos. Bajo los ???rboles, sentados en una rueda est???n Mart???, Juan Clemente Zenea, Juli???n del Casal, Santa Teresa de Jes???s, San Juan de la Cruz y una veintena de almas, alrededor de un fuego, que abraza las sombras como solo suele acontecer en las treguas de Dios. Hacia ellos Jos??? Antonio Mart???nez Coronel tiende sus pasos y humildemente se resigna a ocupar una forma como si sintiese bienaventurado. Es su sacrificio mayor.Eduardo Ren??? Casanova EaloEditorial PrimigeniosMiami, Florida
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