Una historia que tard??? m???s de 2 mil a???os en llegar, acerca de un extra???o que difunde la palabra de Dios en una ciudad condenada al pecado y el exceso. Es Jes???s de South Beach. Y aunque su cruzada la inicia en una playa tan cachonda, su huella empieza a calar en corazones tan dis???miles como el de Atilio, un ogro de nuestro tiempo o Stella, una adorable Lolita, almas libres que recorren con sus desventuras el paisaje tropical m???s enloquecido y ansiado del Hemisferio Occidental. Jes???s es un so???ador, un hombre ...
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Una historia que tard??? m???s de 2 mil a???os en llegar, acerca de un extra???o que difunde la palabra de Dios en una ciudad condenada al pecado y el exceso. Es Jes???s de South Beach. Y aunque su cruzada la inicia en una playa tan cachonda, su huella empieza a calar en corazones tan dis???miles como el de Atilio, un ogro de nuestro tiempo o Stella, una adorable Lolita, almas libres que recorren con sus desventuras el paisaje tropical m???s enloquecido y ansiado del Hemisferio Occidental. Jes???s es un so???ador, un hombre sencillo, un visionario, que no cuadra en un mundo que ha evaporado cualquier sue???o, raz???n por la cual terminar??? rompi???ndole las pelotas a un sistema que no tolera otro Renacimiento, mucho menos, que los pobres se salgan con la suya. Es una lucha sin esperanza, un susurro sin eco, una ramita de la que agarrarse, pero a su vez un peligro, porque si hay algo amenazador es que la gente sepa lo que puede, pese a lo mal que le vaya. Entrar en contacto con Jes???s de South Beach, es recordar una intenci???n primordial que olvidamos cuando quedamos enganchados de la tele o decidimos que era mejor atiborrarnos de sexo, beber como cosacos y deprimirse eventualmente. Cuando optamos por aceptar, por seguir, por creer o por resignarnos, sin saber que podemos repetir el postre sin que nos cobren de m???s. ???Ven el peligro? Quiz???s por esto, gentiles y no gentiles vean en esta peripecia una obra sagrada y obscena, condenada a la pira o a un rinc???n oscuro de la biblioteca. Pero no es importante, total, la mayor???a de nosotros no merece ser salvado. Finalmente, esta vor???gine mezcla en proporciones peligrosas a exc???ntricos, drogatas, mafiosos, brujos, busconas, criaturas fabulosas, fen???menos naturales y fuerzas desconocidas. Es Pandora, cuando todav???a no llenaba su caja; es el Principito, ya crecido y divorciado; Luke Skywalker, perdido en un bar de los a???os 30 o un Blade Runner, enamorado de una replicante. Todo a la vera de Jes???s, que es lo mejor que ha podido pasarnos en un largo tiempo. Con el perd???n de Atilio Durand.
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