Los agentes de pastoral -en sentido lato, todos los cristianos- laicos, cl???rigos o religiosos, se vienen encontrando en forma creciente, tras la situaci???n de libertad religiosa, ante personas agn???sticas, ateas o indiferentes. Estos encuentros los pueden experimentar tanto en las diversas ???reas de la vida civil, como en los ???mbitos eclesiales. En el primer caso me refiero a las ???reas de la vida familiar, el trabajo profesional, las actividades ciudadanas culturales o pol???ticas, las experiencias del tiempo libre ...
Read More
Los agentes de pastoral -en sentido lato, todos los cristianos- laicos, cl???rigos o religiosos, se vienen encontrando en forma creciente, tras la situaci???n de libertad religiosa, ante personas agn???sticas, ateas o indiferentes. Estos encuentros los pueden experimentar tanto en las diversas ???reas de la vida civil, como en los ???mbitos eclesiales. En el primer caso me refiero a las ???reas de la vida familiar, el trabajo profesional, las actividades ciudadanas culturales o pol???ticas, las experiencias del tiempo libre, etc???tera. En el segundo caso me refiero a situaciones de la vida parroquial o de otros ???mbitos eclesiales.Lentamente se va superando en nuestro pa???s la percepci???n distorsionada entre cristianos de una parte y ateos y agn???sticos de otra. Va disminuyendo el prejuicio, por parte de ???stos ???ltimos, de que los cat???licos acostumbran a ser personas m???s bien pueriles, demasiado dependientes de introyecciones de la infancia, muy escasas entre las personas cultas y cient???ficas. Asimismo va disminuyendo, por parte de los cat???licos, el prejuicio de que un ateo dif???cilmente puede ser una persona de alto nivel ???tico, con altura de miras; y cuyo ate???smo es siempre causado por su comodidad o superficialidad (prejuicio que parece tender a aplicarse m???s ahora a los cat???licos). El agente de pastoral eficiente deber??? estar exento de tales prejuicios y, al mismo tiempo, tolerar??? con paciencia las percepciones estereotipadas todav???a presentes en parte de los otros no cristianos.En los cinco cap???tulos de este libro pretendo, como objetivo ayudar al lector cristiano a que logre su aspiraci???n a vivir satisfactoriamente sus posibles encuentros con personas agn???sticas, ateas o indiferentes (sea en sus actividades en el mundo, o en ???mbitos eclesiales). Asimismo ayudarle a que, a trav???s de estos encuentros, pueda tambi???n llevar a cabo su vocaci???n evangelizadora, cuando se hayan compartido previamente -con el familiar, amigo o compa???ero no cristiano- experiencias o inquietudes con consecuencias humanizadoras.
Read Less