"Corrupci???n y hambre" resulta de vital importancia porque viene a llenar un vac???o existente desde que el tratamiento jur???dico-penal de la corrupci???n pas??? a los primeros lugares de la agenda latinoamericana. Esto no solo por la inevitable asimetr???a de poder entre los perpetradores y las v???ctimas, sino porque a esa inequidad de origen se sum??? la invisibilizaci???n de estas ???ltimas. En efecto, ampar???ndose en argumentos de dogm???tica penal, los Estados decidieron apropiarse del conflicto de la v???ctima de ...
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"Corrupci???n y hambre" resulta de vital importancia porque viene a llenar un vac???o existente desde que el tratamiento jur???dico-penal de la corrupci???n pas??? a los primeros lugares de la agenda latinoamericana. Esto no solo por la inevitable asimetr???a de poder entre los perpetradores y las v???ctimas, sino porque a esa inequidad de origen se sum??? la invisibilizaci???n de estas ???ltimas. En efecto, ampar???ndose en argumentos de dogm???tica penal, los Estados decidieron apropiarse del conflicto de la v???ctima de corrupci???n alegando que, como lo que se afecta en estos delitos es el bien jur???dico "administraci???n p???blica", solo le corresponde en exclusividad la condici???n de v???ctima al titular de ese bien jur???dico, que es el Estado. A partir de esta conclusi???n se deriva otra de severas consecuencias para quienes sufren en carne y hueso (como personas f???sicas que son) los da???os que la corrupci???n acarrea: no pueden participar del proceso penal como parte procesal porque esa posici???n le corresponde ???nicamente al representante de los intereses del Estado; es decir, al procurador o abogado del Estado. Se invierte la l???gica priorizando a "la administraci???n" frente a la persona humana, cuya defensa es el fin supremo de la sociedad y el Estado.
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