El poeta parece afirmar, pero en realidad pregunta. Son preguntas que se enuncian desde el fondo incoercible de nuestra compleja circunstancia. La trama de nuestra existencia se revela absurda, como una mosca sobre el seno de la amada. El infinito existe, pero desconocemos sus secuencias. La irracionalidad exhibe algo de obsceno. Resulta que la simetr???a perfecta no es leg???timamente nada: lo irracional todo lo esfuma. Un humano ahora es m???s que nunca un aullido: zafa su mand???bula desde la v???scera ???ltima del dolor ...
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El poeta parece afirmar, pero en realidad pregunta. Son preguntas que se enuncian desde el fondo incoercible de nuestra compleja circunstancia. La trama de nuestra existencia se revela absurda, como una mosca sobre el seno de la amada. El infinito existe, pero desconocemos sus secuencias. La irracionalidad exhibe algo de obsceno. Resulta que la simetr???a perfecta no es leg???timamente nada: lo irracional todo lo esfuma. Un humano ahora es m???s que nunca un aullido: zafa su mand???bula desde la v???scera ???ltima del dolor, se descuaja, como el doloroso retratado de Munch. Todos estamos bajo la cruz del colimador. Un libro veraz de poes???a se compone de tantas variables ???pticas porque la sensibilidad se ha astillado. El lector de este libro, al consumir sus versos, lo sabr??? podr??? sentir c???mo el joven poeta cubano Isbel Gonz???lez capta los sismos ocultos con un empuje lleno de irritadas retinas. Su imaginaci???n radiograf???a la ???poca, la maltratada enjundia humana de nuestro alrededor, tan lleno y tan vac???o. Lo que certifica es la indagaci???n sensible del absurdo en que vivimos: la tarea del poeta es entregar un testimonio, y la voz que recorre estas p???ginas expone simult???neamente el haz y el env???s del aullido total. ROBERTO MANZANO
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